
Puerto Rico cuenta con muchas características que le harán sentir como en su casa. Al igual que las Islas Vírgenes de EE. UU., los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses (aunque sin voto en las elecciones presidenciales). Cuenta con atractivos incentivos, los jubilados están eximidos del pago de impuestos sobre dividendos, intereses y ganancias de capital, cortesía de la Ley de Inversionistas Individuales. Para que los ciudadanos estadounidenses califiquen para las exenciones, Puerto Rico debe ser su hogar real durante al menos 183 días del año. La moneda es el dólar de EE. UU., Medicare es válido y los enchufes eléctricos son los mismos que en casa.
Ir de compras es un pasatiempo popular puertorriqueño, con boutiques de diseñadores en paseos frente a la playa, encuentras Walmart y Walgreens en todas partes y otras importantes cadenas estadounidenses como 25 Starbucks, incluyendo la nueva tienda en la Universidad Ana G. Méndez en San Juan fue inaugurada después de la llegada no deseada del huracán María hace un año. Como si fuera poco, puedes disfrutar de largos tramos de preciosas playas, campos de golf, un trío de bahías bioluminiscentes, calles adoquinadas en la ciudad vieja, clases de baile en mercados al aire libre, cafés que sirven chocolate para el desayuno y bares que pretenden re-inventar la piña colada. “Puerto Rico tiene un promedio de 100 vuelos diarios a través de 28 aerolíneas, incluido el servicio directo de mercados claves como Miami, Nueva York, Filadelfia, Detroit, Orlando y Atlanta”, dijo Brad Dean, CEO de Discover Puerto Rico, una organización sin fines de lucro creada este verano para comercializar la isla. “El estatus único de Puerto Rico lo hace particularmente atractivo para los ciudadanos de Estados Unidos que buscan un lugar asequible para jubilarse”, agrega Dean. Las aerolíneas que vuelan a la isla incluyen American, Delta, JetBlue, Southwest y United.